«Ráfagas de Octubre» de Argania Espinoza

Poemas de Argania Espinoza

1.

Febril, remota, abigarrada.

Llevo el cuerpo sucio hace días,

años ya, vidas perennes.

Garganta que no tengo,

menos cuerdas ni vocales.

Gritado todos estos días

que va a caer y caerá,

cuando solo yo me caigo.

Balines en la espalda, hematomas.

Cyborg de mí, la que me hicieron.

Yo, que fui siempre más piedra que metal,

arrastro ahora un cuerpo de plomo,

que oigo por dentro,

cancerígeno oasis, devorarme.

2.

Tras la ventana rota de mi pieza

la bala jalada

ovoide o convoy militar

un pájaro resollando

junto a su nido

últimos estertores que agonizan

entre lumas y jaurías.

3.

Araucanizar Chile fue lo primero:

Dar el sustrato para que la tierra inhiba,

desencapotar el cielo

para pruebas de drones y avanzadas.

Pailahuequizar Santiago

de sur a norte.

Conejillos de indias,

para alimentar a los perros.

Hablamos demasiado

de prepararnos para cuando esto viniera.

Sabíamos llegaría,

y aún con todo,

nos pilló volando bajo.

Para cuando nos cayó la teja

en la isla de la cara,

cuenta nos dimos

que todas las tejas, eran ya verdes.

  1.  

Decían que nadie creyó

la chispa arder;

que el grito inflamara

y la respuesta en plomo,

que la huella del fuego

fuera el incendio mismo,

y la olla a presión una metáfora.

Tan acostumbrados como estaban

a decirlo todo, sin contratiempos,

en infatigable algazara

de horrores parloteando,

que no escucharon nunca el aire bullir.

5.

Ahora dicen

que no se oyen las ráfagas desde el casino,

que torobayo es una taza de leche,

y el silencio absoluto existe.

Pero las ánimas, neruda, norte grande,

mirasol, plaza italia, ruta 5.

Siempre fuiste quiriquina, talcahuano.

Ojos que no ven, por balines mutilados.

6.

Hace siete años

que no me apuntaban con un arma.

Ambas oficiales, ayer y ahora.

Supe aquella vez

que no sería la última.

Algo, acaso alguien,

en la barriga, me lo dijo.

Toda la vida pendiendo

de un dedo nervioso,

por donde no pasa el tiempo.

Cierro los ojos,

como encomendándome.

Exige la muerte no verle.

Estoy en tus manos ahora,

matarife asesino matador.

7.

El poema como puzle,

se arma como la historia.

8.

Demandan renuncia en internet;

rueden cabezas

para la barricada virtual.

Michis, ministro sándwich,

Jachtag ce te eme.

La realidad a pulso.

Todo puede continuar igual,

temo.

9.

Se hunde la bolsa

un punto porcentual

por el peso de cada glóbulo arrebatado.

Pensaba que la economía

funcionaba a la inversa.

Antes,

por cada oreja yagana presentada,

se disparaba la bolsa,

punto por vez.

10.

Veo a Juan Bosch

pasearse por Los Molinos.

Los pescadores lo saludan,

le ofrecen anchoveta,

ponche de erizos a la vuelta,

cuando baje la marea.

¿Cómo acabará esta ofensiva?,

le preguntan.

Lleva un manojo de llaves,

por única cabeza.

11.

No vayamos a pedirle

peras al olmo.

No vayamos jamás

a abrazar sus fusiles.

Para el escarnio público,

toda la prensa.

Suficiente tenemos

con hacernos vivir.

12.

Y cuando esto acabe,

¿podremos volver a la normalidad;

subirse a la micro,

sacarnos selfis y puntos negros de la cara,

escuchar expertos en esto o lo otro,

festivales de cine poesía canibalismo,

                                                                                          podremos?

Y cuando todo esto acabe,

y quede el pueblo livianito

por las centenas de miembros

sustraídos a su haber,

tras la gran protesta de octubre sucedida,

¿me acompañarás al mol a comprarme zapatillas?

                                    ¿suscribiremos informes

como polizas seguros de vida cesantía?

¿nos juntaremos a leer el horóscopo vez por semana?

¿irás al cine rápido y furioso IX

te ve ene en cartelera copa XXV?

¿estaremos juntos para la próxima operación deyse?

¿volverán las oscuras golondrinas

de enel ardiendo

                                    a cobrarnos los megawatios

                                    que nos gastamos saboteando?

¿Habrá f(r)una posible para los asesinos del mes?

¿O serán pasillos de abarrotes

los cadáveres colgando?

Miedo el que tengo de antemano

a lo luego, alejándose,

a cuando esto acabe.

1 Comment

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s